sábado, 31 de mayo de 2008

Angel Guido y una premonición (o deseo) sobre Le Corbusier


Angel Guido (1896-1960) fue un arquitecto destacado en la cultura de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. Desarrolló sus cualidades también en el mundo de la ingeniería, el urbanismo y la literatura, siendo su obra más conocida el Monumento a la Bandera, resultado de un concurso que ganó junto con Alejandro Bustillo y que el año pasado cumplió medio siglo de vida como ícono referente de la ciudad. (en imágenes el frente y el sector posterior que comparte con la catedral, ampliación de la década del 90 con esculturas de Lola Mora). Un escrito sobre Le Corbusier en 1927 refleja su postura y su educación con algo que parece ser recelo, envidia o falta de visión sobre el futuro. Una curiosidad.

Le Corbusier, por ANGEL GUIDO

De Orientación espiritual de la arquitectura en América, Rosario 1927
[Extracto de la revista Sumarios nº 91-92, Julio-Agosto 1985]
“En realidad este arquitecto y escritor que está de moda entre los modernos, ha llegado demasiado tarde. Su teoría fue dicha ya –aunque en otra forma- en Austria y Alemania mucho antes que este ingenioso autor tratara de sorprender un momento propicio de honda incertidumbre en la evolución artística de la arquitectura francesa. Pero en aquellos países germanos fue el contrapeso o reacción de la orientación más enjundiosa, serena y alta, iniciada y sostenida por Hoffmann. En Francia no hubo tal acción, lo que menos justifica aún una obra con humos tan revolucionarios como la que comentamos.
Pero París, la ciudad artista por antonomasia (…) olvidará muy pronto a este arquitecto que hoy pasa un momento feliz. No es posible que un pueblo de tan fina y alta sensibilidad tome en serio consideraciones de esta talla: ‘Un auto Delage Gran Sport 1921 y el Partenón son dos productos estandarizados’. ‘El Partenón es un producto de selección estandarizado’. Como es fácil observar, el disparate de estos conceptos grandilocuentes está escondido en la confusión lamentable entre la aguzada y profunda sensibilidad artística de trascendencias eternas, y el caprichoso, superficial y efímero gusto de la ‘moda’; la fervorosa búsqueda de la forma ultraprecisa que excite las más escondidas fibras del sentido humano de lo Bello, con la búsqueda interesada, comercial, de la estandarización industrial que lleva, ante todo, la orden marcial de abaratar el producto a todo trance. (…) un arquitecto convertido en un Moisés que quiere crear un nuevo espíritu entre los hombres de este mundo.”
“Justo es pues exteriorizar estas manifestaciones para que nuestros jóvenes arquitectos americanos reciban la obra de este autor con la desconfianza que se merece.”
Las fotografías fueron tomadas de Flickr y el nombre de sus autores figura en el archivo.
Editado por el arq. Martín Lisnovsky

1 comentario:

Anónimo dijo...

AQngel Guido ganó loa beca Guggenheim en 1.937 y se fue a trabajar al estudio de Frank Lloyd Wright.Sospecho que de ahí le viene la tirria a Le Corbusier.

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